En un sistema trifásico, cada una de las fases (R, S, T) deben tener la misma magnitud y formar entre ellas un ángulo de 120º, pero la realidad de las instalaciones eléctricas es bien distinta y en pocas ocasiones se consigue el funcionamiento anteriormente descrito.
Por otro lado, las pérdidas técnicas en los sistemas de distribución constituyen uno de los factores fundamentales a optimizar, y entre las técnicas más eficientes para reducir estas pérdidas encontramos el equilibrado de fases, además nos encontramos que los sistemas eléctricos en su mayoría no cuentan con mecanismos para realizar este ajuste en tiempo real.
Un correcto equilibrado de fases se consigue inyectando carga entre fases de cada uno de los nodos del sistema, esta transferencia se realiza de forma automática teniendo en cuenta los diferentes tipos de conexión de las cargas (Y, D). Con un sistema de corrección adecuado el equilibrado total del sistema se puede conseguir en un porcentaje muy alto, gracias a las características de inyección propias de dichos sistemas, y sirve para minimizar tanto las pérdidas de energía, como en algunos casos, las pérdidas de potencia pico. Todo esto puede ser comprobado en tiempo real, y ajustado según las necesidades, con un equipo de monitorización adecuado.